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jueves, 8 de marzo de 2012


Estaba en un supermercado, caminando cuando me tope con tres sobrinas pequeñas en carritos de súper. Seguí caminando y encontré una canasta de metal llena de lentes de sol. Algunos estaban des completos y tomé unos pequeñitos y se los puse a una de ellas. Las demás remilgaron. Me devolví y tomé otros dos y los entregue a las niñas de ahí salí por la puerta principal. Me di cuenta que la estaban cerrando un hombre alto y fuerte.
Yo llegue de nuevo a entrar al supermercado y pase con el pretexto de mis primas. Seguí vagando, llevaba una camisa blanca, una falda y unos zapatos negros bajos llenos de tierra. De ahí caminé hacia una escalera eléctrica peri apagada e inclinada y me encontré con el muchacho de la puerta. Me pidió mi teléfono y me dijo que buscaba una imagen, de ahí me pidió que posara y miro mis zapatos llenos de tierra, solo así me di cuenta que lo estaban. Subimos al final de la escalera y nos pusimos a fumar yesca de ahí llego paco preguntándome que si quien era el sujeto y yo le dije que era su jefe también. Me fui para la casa de Paris, caminé por unas calles en donde vendían comida, unas especies de coyotas muy extrañas. Era una celebración y la estaban pasando por televisión, yo me di cuenta que la gente que estaba ahí era nativa, respectiva de aquí y me llamó la atención una muchacha con cabello castaño y un paliacate en su cabeza, una falda larga y azul cielo que le llegaba por debajo de la rodilla. Primero creí que eran cristianos pero me di cuenta de su dialecto. No la dejé de ver, me parecía tan familiar, por su tez.
Seguí mi camino y llegue por la casa de Paris y en la esquina me encontré una bicicleta, la tomé una cuadra antes de llegar y la recorrí. En la esquina estaba la tienda igual y más adelante había una boda de una muchacha, todos los conocidos andaban por ahí, seguí en la bicicleta hasta llegar a casa del parís. Me encontré con su mama. Deje la bicicleta y subí al carro, nos fuimos por la calle de la otra tienda y ella llego a comprar en un bazar, 4 cascarones de foco rojo, de ahí me baje a ver que mas había. Estaban dos tiendas una con ropa muy elegante y telas de la misma especie. Ahí encontré a mi hermana y peleamos un rato. Salí a la otra tienda en eso me encontré perdida. Gloria ya no estaba así que seguí caminando y me encontré con la mama de una amiga y la acompañe. La señora me mandó a cortar a un tiburón a la carnicería. Yo lo lleve por las calles buscando una carnicería. Por descuidada y porque ya estaba cansada de cargarlo por el lugar, lo dejé un momento cerca de una tienda mientras preguntaba si me hacían el trabajo. Unos perros locos llegaron y lo tomaron con sus dientes al tiburón y se lo comieron, yo cuando me di cuenta los empezó a correr y me lo dejaron del tamaño de un pececito. Triste y avergonzada caminé hacia la señora que primero se sorprendió y después me consoló. 

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